lunes, 12 de agosto de 2013

Tour providencial

Lunes, 12 de Agosto
Como vaticiné ayer, hoy se ha levantado el día feo, pero allí (Barreiros) hay nubes y claros, así que nos vamos a la playa.
Cuanto más nos acercamos más nos parece que los claros han tenido que pasar de largo, porque estuvo lloviendo casi todo el camino...
Aunque mantuvimos la esperanza hasta el último momento, el tiempo no es favorable, no llueve, pero hace viento (frío) y el cielo está encapotado. Es el momento de que la providencia entre en acción.
Los padres de una de las cuidadoras que venía con nosotros tienen un piso allí, y ella insiste en que podemos ir (después de que ellos aceptaran, encantados, por teléfono).
Llegando a la playa a una de las hermanas se le ocurre que podemos acercarnos a "las catedrales", y así puedo conocerlas.
Si bien estaba todo desierto (bandera roja), cuando nos íbamos acercando los aparcamientos y la carretera estaba llena de curiosos que, aprovechando la marea baja, se acercaban a contemplar el maravilloso paisaje, Patrimonio de la Humanidad.
La erosión del mar ha labrado, en las rocas, cuevas, arcos y pasadizos. Sólo tuve unos minutos para contemplarlo, pero me encantó, y me quedo con ganas de volver.
De vuelta al bus, tomamos rumbo a casa de la cuidadoras, donde su familia nos esperaba con las puertas abiertas. En el garaje tenían instalada una mesa y unos bancos que se podían plegar en la pared, y todo bien acondicionado. Nos sacaron algunos manjares hechos por ellos mismos (por si no hacían bastante con refugiarnos del mal tiempo!). Gracias a ellos pudimos comer bien cómodos.
Como el cielo no parecía abrir, había que pensar un plan alternativo... solución: Área recreativa "la Magdalena", Vilalba. Pues hacia allí nos dirigimos, a 1h de distancia, pero en dirección Lugo.
Allí encontramos merenderos bajo la sombra de los mullidos árboles, una charca, un micro parque acuático (una piscina con varios toboganes) y... lluvia... no caía mucho, pero no pudimos quedarnos. Nos vamos de vuelta a casa...
Cuando ya estábamos llegando a Lugo, salía el sol, y como traíamos la cena con nosotros, a una de las hermanas se le ocurrió que podríamos parar en el Área 'los robles', y allí fuimos, un sitio precioso. Dimos de comer a los chicos y, ahora sí, nos fuimos a casa.
El resto del día lo normal, misa, cena y a la cama. Un día estupendo, a pesar de que no pudiéramos disfrutar de la playa.

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