sábado, 6 de febrero de 2010

Jesús nos ha pescado



Domingo V T. Ordinario. Ciclo C
Is 6, 1-2a.3-8; Sal 137, 1-8; 1Co 15, 1-11; Lc 5, 1-11

Reconozco que tengo un profundo sentimiento de gratitud por las personas que influyeron de manera decisiva tanto en mi vida personal como en mi vida cristiana y sacerdotal. Con ellos me siento un hombre enraizado en una experiencia de vida, en una familia humana y en la Iglesia. Gracias a ellos, fundamentalmente, soy el hombre, el cristiano y el sacerdote, que soy.

“Hermanos: os recuerdo el Evangelio que os proclamé y que vosotros aceptasteis, y en el que estáis fundados, y que os está salvando... y que os transmití, tal como lo había recibido...” Somos cristianos, miembros del Pueblo de Dios, la Iglesia, porque, en Jesucristo, hemos sido incorporados a ella por la Palabra y el Bautismo recibido y hemos crecido, con conciencia de “hijos de Dios”, por la oración y los Sacramentos.

Pueblo de Dios que, por Jesucristo, se enraíza en el Evangelio recibido y acogido y que ha de ser fielmente transmitido; pueblo fraterno con vocación de “hijos”, que se significa en la comunión de acciones como el servicio en favor de la justicia, el amor y la paz. Pueblo de consagrados con la unción del Espíritu, a los que Jesucristo ha rescatado del pecado por pura gracia y su gracia en mí no se ha frustrado, que nos impulsa, a pesar de cansancios, limitaciones, incomprensiones..., a “remar mar adentro”, confiando en su Palabra, que nos da confianza por encima de nuestros miedos y asombros, y nos abre un sorprendente nuevo futuro en la medida en que lo sigamos con fidelidad.

Pueblo del amor de Dios, llamados, como Cristo, a dar testimonio de este Amor y a ofrecerlo con vocación de sacerdocio común por el bien de todos. También en este Año Sacerdotal la voz del Señor, sigue clamando con nitidez: ¿A quién enviaré? ¿Quién irá por mí? Sin duda que nunca faltará quien, escuchando a Dios, se preste: “Aquí estoy, ¡mándame!”, y se confirmará la misión: “Ven y sígueme”.

Juan Manuel Barreiro, sacerdote

1 comentario:

Patricia García-Rojo dijo...

este domingo pensaba llamarte yo! pero me dio tanto sueño, me dormí tan pronto, aproveché tan mal el tiempo, que al final se me olvidó!

mil besos

Publicar un comentario