domingo, 13 de diciembre de 2009

El camino para llegar a Jesús pasa por la Justicia


Domingo III Adviento. Ciclo C
So 3, 14-18a; Sal Is 12, 2-6; Flp 4, 4-7; Lc 3, 10-18

Hoy es el domingo de la alegría. Escuchamos una invitación a la alegría auténtica, la que viene del Señor, la que surge desde lo más profundo del alma, como un manantial que llena el corazón, y no la que se vende en los más diversos mercados: un surtido de antivalores (dinero, poder, fama, drogas, sexo…) que, aunque se pregonan como autopistas de la felicidad, conducen a la ruina, a la dependencia y a la muerte.

El domingo Gaudete nos recuerda esta dimensión necesaria de la vida cristiana: “Estad siempre alegres en el Señor”.

La razón más sólida de esta alegría es el amor de Dios, misericordioso y apasionado, manifestado en Jesucristo. Pablo consuela y fortalece la fe de los filipenses: “El Señor está cerca” de cada ser humano. Es parecido a lo que dice el ángel a María: “El Señor está contigo”. Y, “si Dios está con nosotros, ¿quién contra nosotros?”, añade Pablo en otro lugar. Sofonías nos dibuja a un Dios enamorado, “que se goza y se complace en ti, que te ama y se alegra con júbilo”, que baila alegremente. ¿Qué imagen tenemos y proyectamos de Dios? La más grande experiencia cristiana es saber, “saborear”, que Dios te ama, nos ama. Y nos quiere no porque seamos buenos, sino porque Él lo es: Dios es amor. Esto no lo entendían los fariseos. Creían merecer la vida eterna por sus méritos. Dios es gratuito, pero no superfluo, dirá González Ruiz.

Revisemos cómo hablamos de Dios y cómo celebramos la fe, el tono de nuestros documentos… ¿Realmente transmitimos la Buena Noticia de Jesús o un código de normas que asfixian? En Jesús sabemos cómo nos mira Dios cuando sufr imos, cómo nos busca cuando nos perdemos, cómo nos entiende y perdona cuando lo negamos.
¡Cuántas ideas raquíticas, falsas, de Dios hay que “desaprender”! El Vaticano ll nos avisa sobre el origen del ateísmo por una exposición deficiente de la doctrina o de la educación en la fe (GS 19).

Ésta es una alegría comprometida y compasiva, no alienante. No está reñida con el sacrificio y el esfuerzo liberador. Juan preparaba los caminos del Mesías, predicando la solidaridad: “quien tenga dos túnicas que las comparta con el que no tiene”; la justicia: “no exijáis más de lo establecido”; la no-violencia: “no hagáis extorsión a nadie”.

Jesús vendrá a cambiarnos la mente y el corazón, con un programa de vida digna y feliz: las bienaventuranzas (Mt 5, 1-13). La Eucaristía es la fuente, el centro y la cumbre de esa vida. Que venga a nosotros el reino. ¡Sed felices!

Antonio Ariza, sacerdote

3 comentarios:

Patricia García-Rojo dijo...

¿Sabes? Hoy, ironías de la suerte, fui a misa a la iglesia de mi infancia en el pueblo donde me crié: La Carolina. Hemos pasado un día de convivencia ligera y alegre con el equipo de matrimonios de mis padres, esos que me han criado entre todos. Me contagiaron las ganas de verlos y me recibieron con infinitos gestos de cariño. Después volví a aquel templo diáfano de madera, con la Virgen dulce a la que miraba de pequeña, observando el lugar donde me sentaba en el coro, las vidrieras en las que me entretenía para que la misa pasase más rápido... Los recuerdos eran tantos, el mensaje de alegría venía tan extraño en ese escenario que parecía sacado de mi imaginación... "Regocíjate, hija de Sión"... creo que estoy siendo muy desordenada, pero quería compartir contigo esa sensación tan irreal de volver a mis orígenes sin ser capaz de recordarme a mí misma... y frente a todo, sobre todo, bajo todo... la alegría de saberme en Dios!

Te quiero! y a Nacho tb!

Morpheo1983 dijo...

:-D
A mí me pasa igual, estoy deseando pasar por mi parroquia para recordar todos esos momentos, si a ti te criaron esos matrimonios, yo me crié en mi parroquia, allí comencé a leer, a escribir, a tocar la guitarra, a creer, allí conocí mi primer amor, y allí nació mi vocación...
Estamos juntos bajo el manto de la Virgen, la mirada curiosa del pequeño Jesús, y la protección de nuestro padre.

Nosotros tb te queremos, y te echamos de menos!

Patricia García-Rojo dijo...

Amores! (escribo en plural, porque supongo que Nacho también lee aquí) ¡¡Pasad un gran finde de locura por el norte!! Me da envidia sana! Tengo ya ganas de veros, es que esto de vernos cada dos por tres tiene su lado negativo y es que nos apetece vernos más veces de las que podemos, oye!

Cuidado con el coche!!! Que el titoJoseLuis no hable por el móvil mientras conduce!

Os quiero!!!

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